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viernes, 10 de octubre de 2014

El Diario de un roce " Era él..."

Entro en el mito de la zona. Hay movimiento, cada uno con su historia. Las parejas entrelazadas rozandose mientras bailan, las bebidas, que a estas horas ya están haciendo estragos y honor a su sabor, se reparten en la barra como caramelos. Las luces son de colores y relampaguean al ritmo de la música.  Una música que contagia y extasia. 

Echo una mirada a lo lejos y voy rodeando el lugar. Ahi está, rodeado por amigos y conocidos. El misterioso ser que vi hace tres noches y no pude olvidar. Me mira fijamente mientras bebe de una copa. Tiene chicas alrededor, pero no le importa, me sigue mirando. Me doy media vuelta con una mirada desafiante y una sonrisa que delata. Directa a la barra, pido lo mismo que la chica de al lado y miro la hora. No pasa ni un segundo cuando me rodea alguien. En el reflejo de las botellas veo sus ojos grises, acechando. 



"Tu nombre, por favor". No suena a pregunta o petición. Me pongo nerviosa, pero respondo. "me conoces, ya sabes quién soy". "algo he oído,  sí". Curiosa pido que me explique lo que ha escuchado de mi y él,  pensativo, deja pasar unos segundos y mueve los labios para decir algo, pero suelta una risa seca con algo de chulería. "Sí de verdad quieres saberlo, tendrás que hacer mucho más para averiguarlo". Esta prepotencia seductora me esta atrayendo como una abeja a la miel y sonrió. "Alardeas demasiado".

 Era él. De pequeños siempre me sacaba de quicio; no me dejaba jugar con sus coches de colección,  ni usar su gorra de invierno, esa que le regaló mi madre por su cumpleaños. Habíamos crecido, los juegos habían cambiado de tonalidad, él ya era un hombre y yo una mujer, y ya esa chulería no me enfadaba, me encantaba.




"Te ves bien. El frío de Irlanda te ha sentado de maravilla"- " te he echado de menos Javier". Enreda entre sus dedos un mechón de mi pelo,  que rompe toda su dureza y deja destacar su dulzura.  " Yo también a ti María".


El Diario de un roce "all of me Loves All of you"



Because


All of me


Loves



                              All of you

jueves, 9 de octubre de 2014

El Diario de un roce "sobraba y reinaba"

Estaba apunto de dormirme cuando de pronto, un sonido como un rugido sonó. 
Me levanté de un salto, y acalorada, fui despacio y respirando, preparándome para oír su voz. Descolgué el teléfono - "¿Sí? ", y fue entonces cuando escuche el susurro definitivo.
 Aquellas palabras me erizaron la piel como ese escalofrío que te produce el agua  caliente en un dia frío de invierno. Entonces lo entendí. El quería verme esa noche y yo deseaba verlo, así que pasó,  nos vimos. 
Habíamos quedado en un parque no muy escondido, pero si algo privado. A primera distancia se hizo un silencio intenso como aguantando los nervios posados en la garganta y el estómago. Se acercó tanto, que por un momento pensé que me traspasaria con la mirada.
 Cogió un mechón de mi pelo y lo olió. Pensé que estaba loco."¿manzana?"- dijó seduciendo. "Sí" contesté con aquel nudo en la garganta y esas ganas de comerme sus labios. Sonrió y se acercó a mi oído suspirando. Dijo muy bajito "estás preciosa ésta noche". Me sonroje y le propuse sentarnos en un banco debajo de una farola, muy "romántico" por cierto. Pero en realidad, para mi lo era, era bastante romántico, ya que con la luz se iluminaba sus profundos ojos marrones y se le definían los rizos de su pelo, sus preciosos y excitante rizos. Eso me encantaba y se me notaba en la cara.
 Hablamos, durante poco tiempo, pero se me hizo eterno, porque estaba loca por su temperatura,  estaba ardiendo. Ésta vez las palabras sobraban y reinaban 
los besos.