Como concentrarte entre cuatro paredes tan diminutas y tener su pelo sedoso
y amplia espalda tan cerca de ti. La arañaría tan suave y delicadamente, pero
no soy lo suficientemente valiente como para arrepentirme después.
Es tanta la lujuria que produce en mí, que no puedo
evitar sonrojarme cuando me mira, mi piel se calienta y palpita como si mi
corazón hirviera a fuego lento. Y el cosquilleo me atraviesa el cuerpo como una
ola, al mojar los pies en la orilla.
Sé que no es para mí, sé que entre nosotros el "Largo
tiempo" es una hipótesis que no debe existir, pero la idea de empañar los
cristales de la habitación con él, sólo una vez, es tan tentadora y tan
frágil...
El deseo puede ser algo peligroso, pero divertido. Se lo
propondré con un susurro al oído. Veo como me mira y sé que si no fuera por
estas cuatro paredes y por este montón de gente, el también sería valiente.
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